Agricultora de Loncoche es un ejemplo de voluntad y espíritu de superación

IMG_2080 La vida de Patricia Pérez está marcada por el esfuerzo y la perseverancia. Desde muy joven, a eso de los 20 años, se hizo cargo del campo y la lechería que heredó de su padre. Es usuaria del Servicio de Asesoría Técnica (SAT) de INDAP y reside en el sector Muquén de Loncoche.

Cada mañana se levanta muy temprano y ordeña sus 20 vacas lecheras, de las cuales obtiene cerca de 150 litros de leche al día. La cual, luego comercializa en la comuna de Loncoche, entre productores de quesos artesanales y la planta lechera allí emplazada.
Además, confiesa que, si bien está contenta con su trabajo, este no ha sido fácil, ya que está sola en las tareas del campo. Puesto que, su marido es profesor y trabaja en la ciudad, mientras que sus tres hijos son estudiantes, por lo tanto el cuidado de los animales y la lechería están bajo su estricta supervisión. Patricia, describe que ha sido toda una aventura el estar a cargo del campo, ya que lidió con el machismo que imperaba años atrás, sin embargo, gracias a su trabajo y responsabilidad se ganó el respeto de sus colegas.

Hace poco Patricia fue beneficiada con la obtención de un proyecto, con el cual pudo optimizar la lechería. “Estoy feliz, porque antes la extracción de la leche la realizábamos de manera artesanal, es decir, encerrábamos a las vacas en el establo y sacábamos la leche a mano. Con el apoyo de INDAP y gracias al proyecto PDI GORE, se logró construir una sala de ordeña mecanizada, donde el proceso es más rápido, la leche sale más limpia y los animales están menos tiempo encerrados, en definitiva ahora el proceso es mucho más eficiente”, comenta la beneficiaria.

Por otra parte, Ricardo Mège, director de INDAP Araucanía destaca que: “Estamos contentos por la señora Patricia, de como ella ha salido adelante. Es por eso que, el Ministerio de Agricultura, a través de INDAP, decidió apoyar su negocio con recursos que recibimos del Gobierno Regional y entregarlos vía Proyectos Desarrollo de Inversión (PDI) por un monto de 3 millones de pesos, el cual se invirtió en una sala de ordeña que le ahorra tiempo y puede trabajar perfectamente sola”.

El caso de Patricia Pérez es un claro ejemplo de superación y esfuerzo, puesto que gracias a su trabajo está terminando de pagar la carrera universitaria de su hijo mayor, y los colegios de sus otros dos hijos menores. Además, de aportar para los gastos familiares. ¿Cómo lo hace?, Patricia entrega un mensaje a todas las mujeres que trabajan y viven del campo, “hay que ser responsable y muy metódica, es la única manera que el negocio salga adelante”.

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