Gracias a una investigación desarrollada por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores Temuco junto a la Fiscalía Local, en la cual un sujeto identificado como Bryan Valdés Aguayo violentó a cuatro mujeres de la comuna de Traiguén, el Tribunal Oral en Lo Penal de Angol condenó a 13 años de cárcel a este hombre por su participación en dos delitos de violación y otros dos como tentativa de la misma que no lograron consumarse.
En un lapso de cinco días durante el mes de julio de 2016 este sujeto agredió sexualmente a cuatro mujeres, intimidándolas con un destornillador cuando estas transitaban solas en el radio urbano de la ciudad de Traiguén, conduciéndolas hacia sitios eriazos para cometer los delitos de violación y abuso sexual para posteriormente abandonarlas. Las víctimas visiblemente afectadas por lo acontecido corrían hacia sus domicilios para contar lo sucedió a familiares y cercanos, quienes denunciaron los ataques a la PDI, que desarrolló las diligencias investigativas para individualizarlo y finalmente detenerlo por su responsabilidad en estos hechos.
“Las denuncias se agruparon debido a la similitud existente en el accionar de este hombre y que daba luces que estábamos en presencia de un solo sujeto que había efectuado las violaciones consumadas y dos abusos sexuales. Estos hechos provocaron un grado de temor en la comunidad traiguenina, especialmente en las mujeres jóvenes”, detalló el subprefecto Mauricio Soto, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores Temuco
Su detención y autoría en los delitos se logro establecer gracias a las declaraciones de las victimas y los medios de prueba presentados entre ellos mensajes enviados a una de ellas mediante redes sociales. Su modus operandi siempre era el mismo, por eso se llego a tipificar su actuar como serial, ya que a todas las victimas las abordaba intimidándolas por la espalda con un elemento punzante (destornillador) en su cuello. Dos de las afectadas lograron zafar los ataques por ello fueron solo tentativas de violación. Al momento de su detención al interior de su domicilio fue encontrada la especie que usaba para amedrentar a sus victimas, todas mujeres jóvenes.
El Tribunal condenó al acusado a dos penas de cinco años y un día por cada delito de violación consumado y 541 días de presidio por los dos hechos frustrados. La condena incluye además la pena accesoria especial de protección consistente en la prohibición del sentenciado de aproximarse a las cuatro víctimas, a sus domicilios o en cualquier lugar donde se encuentren, por el plazo de dos años, contados desde que el sentenciado recobre su libertad.
“La investigación generó la convicción en los jueces que estábamos en presencia de un violador en serie. Hay una participación relevante de las victimas en cuanto a su testimonio para identificar al autor y todos los medios de prueba presentados permitieron su condena, el aporte y valentía de ellas sumado a la participación de la PDI en la investigación como en el juicio oral”, puntualizó el subprefecto Soto.
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