Cómo deben enfrentar los padres los exámenes de admisión a colegios

Foto_lizette_LacourtAunque la formación parvularia es esencial, los “entrenamientos” a tan corta edad ayudan poco, porque hay habilidades que se aprenden en un proceso y no en forma instantánea.

Ingresar desde la educación preescolar a los sistemas de selección que han impuesto muchos jardines infantiles y colegios se ha transformado en un verdadero “vía crucis” y es motivo de estrés tanto para los padres como para sus hijos. Estos últimos, la mayoría de las veces ni siquiera entienden las causas de estos entrenamientos para mejorar sus competencias. Los progenitores, en tanto, viven la angustia de tener que postular generalmente a un número limitado de colegios, con pocas vacantes y exámenes de admisión desconocidos, que no saben si sus pequeños serán capaces de sortear exitosamente.

La sicopedagoga de la Red Educacional Cognita, Lizette Lacourt, explica que “los padres deben tener claro que las habilidades que son evaluadas en los exámenes de admisión a un colegio son básicas. “Cualquier niño debería tenerlas desarrolladas si ha recibido una estimulación desde muy temprano. Muchas veces se subestiman los aprendizajes de temprana edad (educación parvularia), ya que se piensa que los menores van sólo a jugar al jardín y no es así. Los niños aprenden a través del juego y desarrollan habilidades para posteriores aprendizajes y contenidos específicos”, sostiene.

Para los padres que viven esta encrucijada existen distintas actitudes y alternativas. Algunas son matricular al niño en el primer colegio que tenga vacantes, optar por el alma mater de alguno de los padres (hijos de ex alumnos tienen más posibilidades) o comenzar un peregrinaje dando exámenes hasta que alguno lo acepte. Otros incluso llegan a medidas más extremas, como inscribirlos en talleres o cursos de entrenamiento, para rendir exámenes que posibiliten el ingreso del niño a colegios específicos.

-¿Cómo evalúa desde su punto de vista profesional la preparación o “coaching” a la que son sometidos estos niños con tal de superar la etapa de selección?

-Más que un “coaching” que entregue ciertas habilidades, lo que es adecuado es la preparación emocional de los padres hacia los niños para transmitirles seguridad y confianza. En relación a la prelación académica me perece que es inadecuado, ya que en estos exámenes se evalúan habilidades que los niños deben ir desarrollando durante sus primeros años de vida, y no aprendidas para un momento determinado.

-¿Puede haber alguna consecuencia sicológica o cognitiva debido a una sobre exigencia del niño a tan temprana edad?

-Podrían ser sicológicas, ya que se genera una situación de estrés al exponerse a algo desconocido, llevarlo a un lugar al que jamás ha asistido y con personas desconocidas. Por otro lado, el mensaje que les envían los padres es “te tiene que ir bien” y el menor no tiene claro qué es “que le vaya bien”, ya que no ha estado inmerso en un sistema escolar aún.

-¿Cómo deben enfrentar los padres el proceso de admisión de sus hijos al colegio?

– Con la mayor naturalidad posible, como parte del proceso normal de desarrollo y no transmitirles su angustia de querer que rinda bien, o que es la única oportunidad de sus vidas. Mostrarles con antelación el colegio o jardín al cual irán y hablarles de manera positiva del lugar. Decirles que irán a hacer actividades y juegos entretenidos y que lo pasarán bien.

-Sin que sea necesario que los padres “entrenen” a sus hijos para superar los exámenes de selección, ¿qué sería más beneficioso para ambos?

-Es importante que los niños asistan desde muy temprana edad a jardines infantiles, para potenciar todas sus habilidades y lograr desarrollarlas en el área social y académica. De esta forma estarán mejor preparados en el futuro para enfrentar cualquier instancia de aprendizaje.

QUÉ CONSIDERAN LOS EXÁMENES

Según la especialista de la red educacional Cognita, los exámenes de admisión a los colegios en su mayoría centran su atención en áreas de lenguaje, motricidad, razonamiento viso espacial relacionado a la capacidad de los niños para captar su entorno, pensamiento lógico matemático y madurez. “Se busca que los niños en la comunicación verbal sean capaces de entender, ejecutar instrucciones y darse a entender”, señala.

Agrega que estos procesos de selección también miden desarrollo de la motricidad gruesa y fina, desplazarse y ubicarse en su entorno, poder trabajar dentro de márgenes establecidos o escribir de izquierda a derecha. “El pensamiento lógico matemático determina si el niño es capaz de comparar, clasificar, ordenar secuencias, reconocer figuras y cuerpos geométricos. Finalmente, el concepto de madurez busca saber si el niño se integra a un grupo y si respeta al resto de los niños y adultos de manera natural, concluye la sicopedagoga.

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