Equipo de Neurocirugía del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena Realiza Novedosa Intervención en Paciente Despierta

Operacion Tumor2Es una de las primeras desarrolladas en un hospital Público del Sur de Chile

Una cirugía cerebral, denominada craneotomía vigil, fue realizada por el equipo de neurocirugía del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena a una paciente con un tumor en el área del lenguaje del cerebro.
La inédita técnica quirúrgica en la región, es una de las primeras desarrolladas en un hospital Público del Sur de Chile, y fue efectuada gracias a la acción conjunta de un equipo de profesionales del establecimiento, quienes decidieron llevar a cabo esta cirugía como la única vía para la recuperación de la Paciente Virginia Gómez Holzapfel, de 61 años de edad, quién tras un mes de preparación, se enfrentó a esta arriesgada intervención.
La cirugía, cuya duración se extendió por alrededor de 4 horas, obligó a una extensa preparación por parte del equipo liderado por el Neurocirujano Dr. Oscar Jiménez Palma, especialista en cirugía cerebral compleja y en el que también participaron la Anestesista Dra. Camila Venegas y la Fonoaudióloga, Sra. Ying Wan.
Trastorno del Lenguaje
Según relata Jiménez, en el mes de enero, ingresó al hospital una señora de 61 años con un trastorno del lenguaje denominado afasia. Ella no podía expresarse, aunque entendía parcialmente. Con el transcurso de los días, la paciente derivó a una disartria, que es un trastorno en que se cambian las palabras o las sílabas, hablando cada vez más lentamente. A raíz de esto se efectuaron diversos estudios, como escáner y resonancia magnética, descubriendo un tumor en la región frontal izquierda, específicamente en el área del lenguaje. Tras algunas reuniones se determinó que la única opción era una intervención vigil.
De acuerdo con lo señalado por el facultativo, ésta es una cirugía que antes no se efectuaba, por tanto, se convertía en una patología incurable y sin posibilidades de tratamiento para un paciente, pero gracias a las nuevas técnicas y “a esta posibilidad que nos entrega el trabajo en equipo, se tomó la decisión de intervenir, lo que hicimos el pasado 27 de febrero y luego de un período de preparación de alrededor de un mes por parte de la fonoaudióloga”.

PREPARACIÓN Y CIRUGÍA

Según la fonoaudióloga, la preparación consistió en efectuar diversas pruebas de simulación, y apoyar a la Sra. Virginia para enfrentarse a una cirugía de este tipo, “en la cual te deben despertar para que colabores con el neurocirujano y que este pueda comprobar las funcionalidades de las zonas cercanas al tumor, y así identificar como va transcurriendo la intervención”.
La profesional, expresó que se desarrolló un trabajo pre quirúrgico, que consistió en realizar distintas pruebas con la paciente, conversando, reconociendo objetos, recortes y fortaleciendo su ánimo frente a la intervención quirúrgica a la que sería sometida.
Cuando tuvimos la fecha definida realizamos algunas pruebas previas para evaluar si ella iba a ser capaz de nombrar las cosas que le presentaríamos durante la cirugía y ella respondió positivamente. Una vez en la cirugía, ella despertó muy tranquila, consciente del lugar, de la fecha, del equipo que la acompañaba, sabiendo que estaba en la intervención y muy colaboradora.
Jiménez señaló, que “La única forma de realizar la cirugía, sin provocar un deterioro funcional en ella, era operándola despierta. Tuvimos que aplicar anestesia local con sedación y luego de tener expuesto el cerebro, usar estimulación eléctrica de bajo amperaje para identificar las zonas funcionales en torno al tumor; una vez despierta la paciente le pedimos que realizara una acción y si no podía hacerla, era porque esa área estaba a cargo de dicha actividad” Esta técnica se llama mapeo cerebral y permite determinar qué zonas se puede extraer y cuáles no, evitando así un daño funcional al lenguaje, lo que es irreparable.”
Lo que uno como cirujano obtiene son varia cosas; primero con la paciente despierta se efectúa un mapeo cortical, para localizar precisamente donde está ubicada el área del lenguaje en la paciente, porque no en todas las personas se encuentra exactamente en la misma zona, pudiendo haber ciertas variaciones. Luego, durante la extirpación del tumor el neurocirujano puede ir monitorizando todo el tiempo que la paciente no tenga secuelas, a través de preguntas que se le realizan a la paciente durante la cirugía, así el especialista observa rápidamente si produce algún daño o si se va superando el trastorno del lenguaje presentado por la paciente.
La cirugía, comenzó con el proceso anestésico normal, durante el cual el cirujano efectuó el acceso hasta la zona del tumor. “Luego de 1 hora, se despierta a la paciente trabajando desde entonces con la fonoaudióloga. Ella le realiza diversas pruebas que buscan establecer la respuesta fisiológica y definir el correcto avance de las decisiones quirúrgicas” señaló el cirujano.
Por su parte, la anestesista sostuvo que hubo una preparación como equipo de anestesia junto a los médicos becados y al neurocirujano, lo que les permitió planificar muy detalladamente la cirugía para que después se llevara a cabo todo conforme al plan clínico. “Ella fue una paciente muy colaboradora que es uno de los principales requisitos para esta intervención; una paciente que entendía las instrucciones, que estaba tranquila, no ansiosa y que se enfrentó el procedimiento como un desafío”.
Sostuvo además que, si bien, en el mundo existen distintas técnicas, “decidimos iniciar el procedimiento con la paciente con anestesia general y la despertamos durante el intraoperatorio, una vez que el neurocirujano había accedido a la zona donde estaba ubicado el tumor, y posteriormente se concluyó la cirugía con ella despierta, sin la necesidad de volver a dormirla porque estaba muy tranquila y sin dolor”.
Explicó, que lo más importante era que cuando ella se despertara no tuviera ningún dolor, y por eso utilizamos una técnica de bloqueo regional. Ella tuvo un muy buen comportamiento y estuvo cómoda, sólo la dejamos con sedación durante el resto de la cirugía. Mencionó, que la craneotomía vigil es una técnica que cada vez cobra más auge a nivel mundial porque tiene ciertas ventajas. Disminuye la estadía hospitalaria, y acorta los tiempos quirúrgicos”.
De acuerdo al neurocirujano, es que “disminuye notablemente las secuelas en el área del lenguaje” y segundo, “esta técnica permite la resección completa de un tumor, lo que no siempre se puede efectuar con la sedación total por temor a las secuelas” y finalmente, que en el caso de la Sra. Virginia concluyó, exitosamente, y con una gran alegría y satisfacción, tanto para ella, para sus familiares y para el equipo clínico que participó de la cirugía.
“Nuestra principal satisfacción es haber realizado exitosamente esta cirugía, y que la paciente quedó en perfecto estado, puesto que está demostrado que mejora el pronóstico de los tumores cerebrales, manteniendo la funcionalidad en los pacientes intervenidos, es decir, mejora la sobrevida, la que además es sin complicaciones asociadas a la patología.”, puntualizó.

Recuperación

Tras la cirugía, y su recuperación, se debe recibir el resultado de la biopsia del tumor que orientará el tratamiento al que debe someterse en adelante, mientras tanto la paciente continuará en control con neurocirujano.
Por su parte la Sra. Virginia, manifestó su alegría y agradecimiento hacia el equipo y hacia todo el establecimiento. “Esta es una nueva oportunidad que me permite comenzar de nuevo y aprender a amarme, respetarme y ser feliz”, señaló.

Sobre la cirugía, sostuvo que no tuvo miedo porque pudo entrenarse y “preparar la cirugía con mucha anticipación con trabajos, juegos, repetición de palabras, en lo que me guió la fonoaudióloga y el neurocirujano, quien “me dijo todo lo que iba a ocurrir”. Fue extraordinario.

Tras estar hospitalizada un día en UCI, la paciente fue trasladada a la UTI para luego ser derivada a la Unidad de Neurocirugía desde donde fue dada de alta el pasado 5 de marzo.

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