La Construcción en la Araucanía, con Rostro de Mujer

Mujeres ConstrucciónLogros y satisfacciones profesionales expresan estas 5 mujeres escogidas por la Cámara Chilena de la Construcción para dar testimonio de su experiencia en un rubro marcado por la presencia masculina. Araucaniaconstruye quiso recoger sus a lo largo de su carrera profesional y también personal y cómo ha influido la cultura -ya en retirada- de un sector productivo diseñado exclusivamente para hombres.

Pese a que actualmente está en boga, el emblema del feminismo a nivel mundial y con ello la necesidad de ampliar espacios para las mujeres, existe poco conocimiento sistematizado respecto de la segregación que existe por ejemplo en rubros tradicionalmente ocupados por hombres como el caso de la construcción.

Recién el año 2014, la Dirección del Trabajo generó un documento cuyo objetivo fue caracterizar de manera empírica las condiciones laborales de las trabajadoras ocupadas en faenas productivas en los sectores Minería y Construcción, investigación que nació considerando que ambos rubros son relevantes para la economía del país y, tradicional y prioritariamente, ocupan una dotación de personal masculina.

Sin embargo, el estudio centró su objetivo en el análisis de la inserción de mujeres en mandos medios y bajos, y textualmente indica este documento que “fueron excluidas de las reflexiones finales las profesionales, pues tienen un estatus y requerimientos de reclutamiento diferentes, y no fueron, en esta investigación, el eje de la preocupación”. (*)

Ante la escasez de investigaciones sobre mujeres profesionales líderes en la construcción del país y de la región, resulta destacable la iniciativa de la CCHC por visibilizar el aporte que estas mujeres realizan día a día al desarrollo productivo de la Araucanía y también conocer -bajo sus perspectivas- las brechas que aún faltan por estrechar para conseguir ampliar los espacios para nuevas generaciones.

Desde la historia de cómo llegaron a este rubro -que en muchos casos está marcada por un sello familiar- hasta la experiencia laboral vivida, hablan 5 mujeres líderes, compartiendo experiencias únicas que sin dudas marcarán un sello del trabajo que desarrolla la mujer en la construcción en la Araucanía.

“La Experiencia familiar, marcó mi profesión”

Barbara Freitag Cornelius, Arquitecto

Con una familia dedicada al rubro de la arquitectura, Bárbara Freitag creció dibujando casas en una pequeña mesa de arrimo. Como ella misma relata, antiguamente se podía llevar a niños a las obras, por lo que no dudaba en acompañar a su padre a visitar diversas construcciones, “lo mío siempre fue este rubro” reafirma. Asimismo, comenta que también desarrolló trabajos en inspección técnica, casi por casualidad. “Asumí reemplazando a un ITO (Inspector Técnico de Obra) contratado que nunca llegó, siempre agradeceré a la empresa INVASCO, de en ese entonces Fernando Arteaga y nuestro actual presidente CCHC, Sergio Torretti que depositaron la confianza en mí y me dejaron a cargo de 10.000 m2, sin saber si era capaz. Con la gran ayuda de ellos, me terminé encantando aún más de la obras y termine perfeccionándome y dedicando mi vida laboral en gran parte a la Inspección técnica”, admite.

Pese a que precisamente las inspecciones técnicas de obras están marcadas por la alta presencia masculina, la arquitecta revela que nunca en obra ha podido sentir sino respeto hacia ella por los maestros, incluso por ser mujer muchas veces acatan las órdenes con disciplina para cumplir, y con una buena disposición. Sin embargo, con sus pares, el tema ha tenido sus matices. “En algunas obras, con los profesionales pares he sentido al comienzo una suerte de distancia por ser mujer que luego generalmente se mejora y se logra formar un muy buen equipo de trabajo”. Respecto de sus logros, Bárbara señala que en su profesión diseña y luego ver materializada su obra, resulta una gran satisfacción “Pasar de la imaginación al papel y luego a una realidad vivible, es un proceso de varias instancias que al final tienen su logro, en el trabajo como ITO, si bien uno se salta la etapa de diseño, vive el proceso constructivo a concho, por lo cual pasa a ser un logro al final igual o ¡más vivido aún!” acota.

“Las mayores opciones de estudios y becas han abierto este campo a la mujer”

Claudia Hidalgo Standen, Constructor Civil, C.H Constructora.

Emprendedora por naturaleza, Claudia Hidalgo trabaja a cargo de la Empresa Constructora que lleva sus iniciales, de forma independiente desde el año 1998. Dentro de sus grandes logros destaca la construcción de INACAP los años 1998-2004; Magisterio de la Araucanía los años 2000- 2010; la, Universidad de la Frontera de Temuco, los años 2007 a la fecha, y ahora exportando su gestión en la región de los Lagos donde desde el 2008a la fecha su constructora trabaja en Programas de Condominios Sociales.

Al comentar sobre los espacios que se abren para las mujeres en la construcción, la profesional señala que el rubro ha tenido siempre las puertas abiertas a las mujeres “Somos nosotras que nos hemos atrevido a ser parte de un mundo quizás antiguamente pensado para hombres”, destaca. Un factor importante, según indica, ha sido el incremento en las posibilidades de estudios, capacitación y becas, “ya que las mujeres somos organizadas y más motivadas para aprender cosas nuevas”.

Admite sí que sería interesante que este aumento en el porcentaje de mujeres en construcción no solo esté acotado a oficios propios de la obra o cargos técnicos de nivel medio, donde las mujeres son muy competentes, sino también a cargos directivos, “ya que nuestra capacidad profesional aumenta con la mirada femenina que podemos aportar”

Al hablar de limitaciones, Claudia Hidalgo es directa. “Aún éste es un gremio cerrado y principalmente de hombres, por lo que participar en la actividad gremial y social que se genera en espacios como la Cámara Chilena de la Construcción u otros, puede ser más complejo, lo que nos obliga a las mujeres a participar activamente y marcar sellos con nuestro aporte y nuestra mirada, dentro de estas actividades gremiales de trabajo y colaboración”.

Su afición por la construcción y la arquitectura, estuvo claro siempre. “Por lo tanto esto ha sido el resultado de un proceso largo pero sistemático de trabajo, el que disfruto plenamente. La carrera de Construcción Civil es una carrera dinámica, que permite un juego preciso entre trabajo en terreno, oficina y contacto con la gente y las obras”.

“Como madre no es fácil intentar equilibrar el trabajo y la familia”

Christine Werth, Coordinadora de Proyectos, Constructora Schiele y Werth

El sello familiar también marcó la profesión de Christine Werth, quien desde muy pequeña estuvo ligada a éste gracias a que su padre, constructor civil, quien la llevaba a visitar y recorrer las obras. “Me fascinaba ver los avances, la organización, las materialidades, las diferentes especialidades y como cada uno cumplía su rol. En un momento mi padre me pidió que lo apoyara en su gestión como Gerente General, lo que fue una decisión muy positiva y satisfactoria para mí”, dijo.

Ser mujer en un rubro mayoritariamente masculino puede incluir complicaciones, según indica, en cuanto al entorno profesional no ha sentido que el ser mujer torne el trabajo más difícil. De hecho, considera que en todo el tiempo que lleva en el rubro no ha visto a nadie que no aprecie el enfoque diferente que como mujer puede aportar a las discusiones. “Sin embargo, tengo que ser realista y es que el ser madre y trabajar fuera de casa, sí viene de la mano con ciertas complicaciones, sobre todo a la hora de intentar equilibrar el trabajo y pasar el tiempo con mis dos hijos”, dijo.

En términos generales, Christine Werth afirma que disfruta mucho participar en todo el proceso de construcción de un proyecto. La enorgullece mucho trabajar en una empresa que ha obtenido resultados tan positivos en innovación, aplicando nuevas técnicas constructivas junto a una calidad reconocida; el sentir que están aportando a la construcción de viviendas con uso de energías alternativas en forma eficiente y lo que significa para el aire de la ciudad.

“Al finalizar cada obra es una satisfacción enorme visitarla justo antes de que se abra al público, ver las terminaciones de las que tanto nos preocupamos, ver el piloto e imaginarlo lleno de vida y simplemente parar un segundo a pensar como en el futuro, todo por lo que trabajamos va a terminar siendo el hogar de muchas familias felices”, culmina.

“Nunca me he sentido discriminada por ser mujer”

Carmen Luz Palacios, gerenta general de Carmen Luz Palacios y Asociados

Ingeniería civil de la Universidad de Chile, admite que estudió esta carrera por su gusto por las matemáticas. Una vez egresada y titulada, se desempeñó en una oficina de proyectos en Santiago y luego se trasladó a Temuco, donde comenzó su trabajo en la Constructora Fourcade. “Luego de trabajar varios años en esta constructora, me independicé e instalé una oficina de proyectos que hace unos 20 años, presta asesorías a distintas empresas constructoras y de ingeniería”, dijo.

Al consultarle si ha sentido en el desempeño de su labor, mayores complejidades por ser mujer, admite que nunca se ha sentido discriminada, todo lo contrario. “Por el hecho de ser mujer ha sido más fácil, fui logrando mejores relaciones de trabajo. Creo que las mujeres tenemos el sello de ser más trabajadoras, dedicadas, aplicadas y organizadas, quizás porque tenemos que demostrar que valió la pena contratarnos. Pero la verdad es que creo que lo que necesitamos es valorarnos y hacer bien nuestro trabajo, eso habla por sí sólo de la capacidad que tenemos”, admitió.

En esta misma línea, la profesional afirma que cuenta con la satisfacción de un trabajo de excelencia, prueba de ello es que los clientes que atiende, han permanecido en el tiempo y cada vez que llegan nuevos, éstos siempre son por recomendación de terceros. “Lo que significa que el trabajo que entregamos es de calidad, por ello nos recomiendan y apoyan la gestión que hacemos”, dijo.

El mayor espacio que hoy ocupan las mujeres en rubros tradicionalmente masculinos, es algo que para Carmen Luz Palacios, obedece a la apertura de las propias féminas que se han atrevido a estudiar carreras que antes no eran tan frecuentes que para las mujeres, “Perdieron el miedo a tomar espacios que eran comúnmente destinados a hombres, el año 1920 había una persona que estudiaba medicina, por ejemplo y hoy vemos que en la mayoría de las carreras, hay equilibrio de género. En lo particular, considero que en la medida que tu hagas un trabajo honesto y bien hecho, eso se va a plasmar y valorar en cualquier área, pero es necesario demostrar el profesionalismo que tienes, eso habla por sí solo”, destacó.

“Desde pequeña tuve la inquietud de aprender cómo construir espacios” Claudia Lillo Echeverría, arquitecto, experta en Desarrollo Territorial y coach ontológico.

Si tuviera que mencionar un hito que marcó lo que sería su camino profesional, Claudia Lillo, no duda en admitir que fue cuando sus hermanos mayores le enseñaron lo que era un metro cuadrado. “Desde pequeña tuve la inquietud y esa desesperación de saber cómo construir los espacios, siempre estaba dibujando, construyendo con piedras casas con mis primos, pero una vez que mis hermanos mayores me enseñaron lo que era un metro cuadrado, ahí tuve claro que ese era mi rubro”, comenta la arquitecta que se especializó en Desarrollo Territorial y que además es coach ontológico, oficio que le permitió desarrollar importantes proyectos universitarios.

Trabajó en docencia más de 20 años en carreras de pre grado y post grado, en distintas universidades de la región, y cuenta con un amplio currículum que incluye especialización en el extranjero. “Desde la planificación me dirijo a trabajar con el desarrollo territorial, fundé un instituto del hábitat, trabajé durante 8 años procesos de desarrollo, ordenamiento territorial, diseño urbano y con programas de fortalecimiento para emprendedores y territorios”, recuerda.

Respecto de su inclusión en el mundo laboral, Claudia Lillo admite que no ha percibido que por ser mujer tenga mayores obstáculos, ya que asegura que los desafíos dependen de cada uno. “Esto van más allá del género, siento que están asociados con las expectativas. Me he desarrollado en forma muy cómoda y auténtica, teniendo claro lo que sé. La sociedad ha avanzado bastante en tomar conciencia que necesitamos desarrollarnos como personas íntegras. A mí me gusta mucho ver una participación mixta, estamos en un momento de transición interesante y enriquecedor, creo que los cambios son de ambos lados, hay apertura social y también hay una inquietud en el género femenino de atreverse a tonar desafíos distintos]”, dijo.

Respecto de sus mayores logros, la profesional afirma que dentro de sus grandes proyectos se cuenta la plaza de Icalma, la Fiscalía que se construyó en Villarrica, que fue la primera en Chile, por destacar algunas. Pero lo que la llena de orgullo es la co creación y fundación de Espacio Coigüe, lugar que fusiona el trabajo de diferentes profesionales y disciplinas en función del desarrollo personal, de organizaciones y territoriales. “Desde la premisa del incentivo y recuperación de la creatividad. Este espacio se encuentra ubicado en el barrio patrimonial San Francisco de la ciudad de Temuco, en dónde parte del modelo institucional es la gestión colectiva y sustentable del Patrimonio Arquitectónico Urbano.

(*) Cuaderno de Investigación N°49 DT

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